La elaboración de todo proyecto surge de la necesidad de mejorar una realidad social próxima, bien de nuestro entorno vital inmediato, de nuestro entorno laboral o del entorno social en el que participamos.
Un proyecto es un proceso en el que diseñaremos unas acciones a realizar para alcanzar unos objetivos que hemos ido definiendo durante el diagnóstico y la fundamentación del mismo. Es como un mapa que vamos a construir paso a paso para alcanzar un destino, la consecución de los objetivos marcados.
Nuestro trabajo como creadores del proyecto es allanar ese camino y señalizarlo correctamente, para que cualquier miembro del equipo pueda orientarse en el mapa y continuar el trabajo.
En todo proyecto debemos de tener en cuenta una serie de aspectos a la hora de realizar su creación:
• Realizar una descripción detallada de la situación problema que hemos detectado y que queremos solucionar.
• La contextualización del proyecto con las peculiaridades del entorno y de las personas a las que afectarán las acciones y con las que trabajarán en el proyecto.
• La consecución de los datos e información técnica necesaria para un adecuado desarrollo del proyecto.
• La definición de los recursos mínimos indispensables para el desarrollo del proyecto, así como una adecuada temporalización de las acciones.
Cuando nos vemos ante la necesidad de la elaboración de proyectos debemos de tener claro qué es lo que entendemos por proyectos. Podemos considerar que un proyecto en general es el conjunto de actividades complementarias que es necesario realizar para alcanzar uno o varios objetivos; en el ámbito de los movimientos asociativos podemos considerar que un proyecto es un ideario para integrar y explicar los valores y actitudes propias de una organización, un instrumento de gestión y de estrategia educativa, un modelo para centrar e identificar el estilo formativo del movimiento asociativo.
Estas actividades necesarias para la elaboración de proyectos deben de responder a las siguientes preguntas:
• ¿Quiénes lo vamos a hacer?
• ¿Cuándo lo vamos a hacer?
• ¿Qué necesitamos para hacer el proyecto?
• ¿Cuánto va a costar el proyecto?
Las respuestas a estas preguntas nos estarán dando el nombre del proyecto, el diagnóstico y la fundamentación del proyecto, los objetivos que queremos alcanzar, la localización geográfica, el lugar, barrio, ciudad o pueblo donde se desarrollará el proyecto, las actividades concretas que realizaremos, los responsables de estas y del proyecto, el tiempo que se tardará en realizar cada actividad y el total del proyecto, el listado de los recursos tanto materiales como humanos y financieros y, por último, el presupuesto.
No necesariamente hay que plantear las cuestiones en este orden, pero si es necesario no olvidar ninguna de las preguntas.
El análisis de estas respuestas nos llevará a diferenciar las etapas o ciclos de la elaboración de proyectos y los pasos a seguir para su formulación.